El mercado inmobiliario en Cataluña se perfila en 2025 como un escenario dinámico y complejo, donde la escasez de oferta y la demanda sostenida han generado un entorno con precios en ascenso y un alto número de transacciones. En Orbiam Puig Immobiliària analizamos el mercado inmobiliario para este año.
La oferta limitada de viviendas se explica por diversos factores. En primer lugar, las normativas urbanísticas restrictivas dificultan la construcción de nuevos inmuebles, afectando especialmente a las zonas de mayor demanda. Además, el deterioro del parque habitacional hace que muchas propiedades necesiten reformas, lo que desincentiva su venta. A esto se suma la inflación y la incertidumbre económica, que llevan a muchos propietarios a conservar sus inmuebles como una inversión segura.
Como consecuencia, la competencia entre compradores se ha intensificado, generando un aumento constante en los precios.
Por otro lado, la demanda de vivienda sigue siendo elevada debido a múltiples razones. La recuperación económica ha fortalecido el poder adquisitivo de los hogares, incrementando el interés por la compra de inmuebles. Asimismo, el crecimiento demográfico en grandes ciudades y el envejecimiento de la población han generado nuevas necesidades habitacionales.
El cambio en las preferencias de los compradores también juega un papel clave, con una creciente búsqueda de una mejor calidad de vida, lo que impulsa la demanda de viviendas unifamiliares y propiedades rehabilitadas. Por último, el sector inmobiliario sigue siendo una opción atractiva para los inversores, especialmente en el mercado del alquiler.
El mercado de alquiler también se ha visto afectado por la escasez de oferta, lo que ha llevado a un aumento de precios y ha incentivado a más inquilinos a buscar la compra de vivienda.
A futuro, se espera que la demanda se mantenga estable, mientras que la oferta podría ampliarse con nuevos desarrollos y ajustes en la normativa. Las viviendas de segunda mano seguirán siendo una opción atractiva. Entre los retos destacan la accesibilidad a la vivienda, la sostenibilidad y la digitalización del sector. Sin embargo, también surgen oportunidades con la adopción de nuevas tecnologías, la diversificación de modelos de negocio y la inversión en rehabilitación como estrategias clave para el crecimiento del mercado inmobiliario.